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Ganar no siempre significa lograr la victoria

Ganar no siempre significa lograr la victoria

Por William Woods

Durante las últimas dos semanas la gran mayoría de los diarios del país han publicado múltiples artículos, columnas de opinión y predicciones sobre el posible, y al parecer no tan claro resultado de la jornada electoral del próximo lunes 21 de octubre. Si las tendencias se mantienen, no solo ningún partido lograría la mayoría de escaños en el Parlamento, sino que se crea la posibilidad de que quien gane el mayor numero de sillas en la Cámara de los Comunes termine formando el próximo gobierno.  

Las principales encuestas indican que no tendremos un gobierno mayoritario; de acuerdo con los resultados del “CBC Poll Tracker” del sábado 19 de octubre, el Partido Liberal tiene una intención de voto del 32,8%, mientras que el Partido Conservador llega al 31,9%. De confirmarse estas proyecciones, tanto liberales como conservadores podrían obtener un mayor número de sillas en la Cámara, pero estas no les serían suficientes para lograr la mayoría y permitirles automáticamente formar el próximo gobierno.

Ustedes se preguntarán ¿Cómo puede un partido obtener un mayor número de escaños que los demás, y a pesar de esto no ser electo automáticamente como gobierno? Tal como se mencionó en nuestro anterior artículo, obtener la confianza del parlamento es esencial en el sistema político y electoral canadiense. Un partido y su respectivo líder (quien recordemos no solo aspira a ser electo en su circunscripción sino también a ser Primer Ministro), deben contar con el respaldo político suficiente para demostrarle a la Gobernadora General que están en condiciones lo suficientemente sólidas de gobernar, obtener la confianza del parlamento y mantener la estabilidad del sistema democrático.

Es por ello que en el actual contexto electoral los partidos minoritarios se convierten en actores relevantes pues de ellos depende que uno de los dos partidos que no lograron la mayoría (170 de las 338 sillas), pueda sumar -a través de una alianza- el número de escaños suficientes para poder gobernar. Y este puede ser el caso tanto para el partido que obtuvo un mayor número de escaños o para el que logró menos.

¡Así es! En nuestro sistema, quien gana no necesariamente obtiene la victoria. Un claro ejemplo de esto fueron las pasadas elecciones provinciales de Colombia Británica (2017), en las que el Partido Liberal ganó 43 escaños mientras que el NPD 41, y a pesar de ello, el NPD formó el gobierno al conseguir el apoyo del Partido Verde quien con sus 3 sillas inclinó la balanza del lado de los neo-demócratas. Esto fue posible gracias a que el líder del NPD demostró al Teniente Gobernador que su partido tenía la confianza de la mayoría para formar el gobierno. 

Un escenario muy semejante podría presentarse el próximo lunes a nivel federal. Donde tanto liberales o conservadores pueden formar el próximo gobierno a pesar de ganar o de perder (en términos del número de escaños obtenidos). Esto, siempre y cuando logren negociar y aliarse con los demás partidos (Verde, NPD y Bloque Quebequense) -los cuales están ideológicamente más cercanos de uno que del otro. 


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